martes, 16 de junio de 2015

Mare Nostrum

Mare Nostrum que estás en los cielos perdónanos nuestras deudas pero no nos perdones nuestra falta de humanidad porque el oprobio es inmenso, colosal, gigantesco, infinito e inmensurable. Hemos vuelto la cabeza para no mirar, hemos cerrado los ojos para no sentir y hemos recogido nuestras manos para no tener que prestar ayuda. Todos nuestros hogares deben ser señalizados  con una línea negra; después, han de ser arrasados y quemados. Nuestros hijos deben ser sacrificados también. Aún así no alcanzaremos el perdón. Jamás seremos dignos de ser personas. Hemos pecado porque hemos permitido que el mar Mediterráneo sea un mar rojo, un mar muerto, un mar negro.