Era
mi deseo viajar a otro mundo
donde
portara como único equipaje
un
billete de lejanías que rasgara
mis
internas turbulencias
alejándome,
sin adioses y sin despedidas,
hasta
caer exhausta igual que un pájaro en su vuelo.
Era
mi deseo reparar mi yo más puro
expatriando
ornatos, ficciones y disfraces
que
hoy puedo calificar pero, entonces,
no
sabía cómo nombrarlos.
Era
tu deseo viajar a otro mundo
donde
portaras como único equipaje
un
billete de lejanías que rasgara
tus
internas turbulencias
alejándote,
sin adioses y sin despedidas,
hasta
caer exhausto igual que un pájaro en su vuelo.
Era
tu deseo reparar tu yo más puro
expatriando
ornatos, ficciones y disfraces
que
hoy puedes calificar pero, entonces,
no
sabías cómo nombrarlos.
Era
su deseo viajar a otro mundo
donde
portara como único equipaje
un
billete de lejanías que rasgara
sus
internas turbulencias
alejándole,
sin adioses y sin despedidas,
hasta
caer exhausto igual que un pájaro en su vuelo.
Era
su deseo reparar su yo más puro
expatriando ornatos, ficciones y disfraces
que hoy puede calificar pero, entonces,
no sabía cómo nombrarlos.
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